17 enero, 2012

Ladrillos 2012: expertos anticipan qué pasará con los precios y las tendencias que se imponen tras el "cepo" al dólar.

El sector inmobiliario se prepara para un año distinto, luego de que el Gobierno estableciera nuevas reglas de juego en el mercado cambiario. Algunos barrios "brillarán", favorecidos por el efecto "derrame". Las unidades chicas seguirán siendo las vedettes. Lo que viene.




Cuando se proyectaba el 2011, no se esperaban grandes cambios en el mercado inmobiliario, a pesar de ser un año electoral.
Y así sucedió. Al menos hasta el momento previo a las urnas, esta rama de actividad venía creciendo sin sobresaltos.
Luego llegó el "cepo al dólar", que acrecentó el temor sobre el futuro del sector e hizo que tanto directivos de inmobiliarias como desarrolladores comenzaran a ajustar las proyecciones de crecimiento de cara al 2012.
Apenas conocidas las nuevas medidas cambiarias, todo fue revuelo y confusión. Sin embargo, con el correr de los días, las aguas comenzaron a aquietarse.
Ahora, ya no se habla de un "parate" brusco -tal como se temía inicialmente- sino, más bien, de un reacomodamiento y de una moderación en el ritmo de operaciones de compraventa.
Es que los analistas consultados por iProfesional.com sostienen que, pese a las mayores dificultades para hacerse de dólares, el ladrillo seguirá siendo el mejor refugio para los ahorros de los argentinos. Y esto servirá para atenuar el impacto de la medida.
"Si bien el crecimiento del país será más moderado, y esto puede afectar a la actividad, la falta de opciones de inversión -sumado a los mayores riesgos que enfrenta la economía global- revitalizarán la compra de viviendas como alternativa de resguardo del capital", destaca el consultor inmobiliario Damián Tabakman.
Su opinión es compartida por Miguel Ludmer, presidente de Interwin: "Al no haber opciones que garanticen cierta tranquilidad, creemos que el dinero de los argentinos seguirá volcándose a este mercado".


Precios al alza, aunque a menor ritmo


En este contexto, en el que se prevé un nivel más moderado pero a la vez sostenido en el ritmo de operaciones de compraventa, la evolución de la cotización del metro cuadrado vuelve a suscitar polémica.
Es que buena parte de la sociedad sostiene que los precios están por las nubes en varias zonas y estiman que no tienen más margen para subir.
En cambio, otro sector afirma que seguirán al alza. Y basan sus argumentos en que el ladrillo en Argentina se convirtió en el destino "natural" hacia el cual "drenan" los ahorros del país, transformándose así en una suerte de "bono libre de riesgo" argentino.
En efecto, así como el estadounidense, cuando se asusta, compra bonos del tesoro norteamericano (Treasury Bond) el argentino hace lo opuesto: se desprende de cualquier cosa que tenga "olor" a riesgo soberano y pone sus ahorros en la propiedad de un inmueble.
Otro de los argumentos que esgrimen varios expertos es el comparativo entre lo que vale el metro cuadrado a nivel local frente al que se exhibe en otras capitales del mundo, habida cuenta de que muchas zonas se rigen por precios internacionales.
"El metro cuadrado en zonas premium de Buenos Aires ya alcanzó los u$s5.000 e incluso más. Sin embargo, está muy por debajo de otras ciudades, como París o Londres, por citar algunos casos, en las cuales cotiza entre los u$s16.000 y los u$s20.000. Vale decir que la Argentina está baja comparándola internacionalmente", comenta Roberto Ledo, director de Bullrich Inmobiliaria. 
Sin embargo, el experto resalta que esta brecha "se achicó mucho a lo largo de estos últimos años, habida cuenta de que tiempo atrás el valor medio del metro cuadrado se ubicaba en el orden de los u$s2.000 en la Ciudad de Buenos Aires".
En medio de esta controversia, los desarrolladores y dueños de inmobiliarias dan cuenta de su visión para 2012: una gran mayoría afirma que los precios seguirán subiendo, aunque a un menor ritmo que el registrado hasta ahora.
La falta de terrenos, la suba en los costos de construcción en dólares y una demanda que "se queja" de los altos precios -pero que finalmente termina convalidándolos- son las causas que motorizan los incrementos en los llamados "barrios estrellas".
A su vez, el alza en las cotizaciones de unidades a estrenar en estos lugares, tomados como referencia, termina "contagiando" el valor de las viviendas usadas.
Y, más aun, a las emplazadas en barrios linderos, fenómeno conocido como "efecto derrame". Esto es, desarrolladores que "mudan" sus nuevas obras a zonas cercanas, en las cuales encuentran terrenos más baratos en donde construir.
Así, se revitalizan nuevos espacios que se revalorizan más rápidamente que, incluso, los históricos de mayor demanda.
¿Cuáles son esos lugares? Expertos del sector hacen referencia a Parque Patricios, Saavedra, Colegiales, Chacarita, Barracas, Villa Urquiza y Villa Crespo.


Precios versión 2012


En el año que acaba de concluir, según el relevamiento realizado por Reporte Inmobiliario, los incrementos fueron de entre un 9% y hasta de un 24% en dólares, tal como lo muestra la siguiente infografía:




En el caso de los departamentos usados las subas en el año que concluyó fueron menores, con un promedio de un 8,6% y un techo de un 15%:




De cara a este 2012 "las unidades nuevas aumentarán por la inflación. Y empujarán hacia arriba a las que no son a estrenar", explica José Rozados, director de Reporte Inmobiliario.
Por el lado de los usados, añade que "no habrá una muy buena oferta y, en lo poco que disponible para la venta, sus propietarios defenderán el precio".
Según su pronóstico -y a partir del sondeo realizado por la consultora entre los expertos más destacados del sector- el incremento promedio para este 2012 será de un 10 por ciento.
Su estimación es compartida por Jorge Toselli, titular de JT Propiedades, para quien "el metro cuadrado se ajustará al alza un 10%, en general, y un 15% en las unidades chicas, que son las preferidas como destino de inversión".
La siguiente infografía da cuenta de las proyecciones de suba de precios que estiman directivos de inmobiliarias y desarrolladores:




Los "chiquitos" rinden más


¿Qué tipo de unidades serán las más requeridas? Según los profesionales del sector, los departamentos chicos seguirán al tope del ranking en cuanto a demanda, a pesar de la notoria -y preocupante- escasez de departamentos grandes, de cuatro o más ambientes, un fenómeno que se fue acentuando a lo largo de los últimos cinco años.
"La lógica para 2012 es que si se siguen buscando departamentos chicos el efecto se derrame hacia los más grandes, llevando el aumento también a esas propiedades", afirma Toselli.
"Las viviendas pequeñas de 2 y 3 ambientes en zonas consolidadas seguirán siendo las más vendidas en preventa", coincide en destacar Ludmer, de Interwin.


Menos volumen, rentabilidad en caída


Para varios de los expertos consultados, la caída en los márgenes de ganancia hace que se requiera de un volumen mayor para que el negocio de construir siga resultando atractivo. 
En un marco inflacionario, sumado a un billete verde que crece a un ritmo tres veces menor, el alza de los costos en pesos se traslada a dólares.
Por eso, tal como recalca Gustavo Ortola Martinez, presidente de GO Real Estate, el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios "se sostendrá mientras se puedan ajustar al alza los precios".
Y agrega: "Para ganar en volumen se necesita que haya más crédito a largo plazo para así incorporar a nuevos compradores". 


El peso quiere robarle protagonismo al dólar


Las nuevas reglas de juego que se impusieron al dólar son, sin dudas, la principal preocupación para un negocio que hace años opera en esa moneda.
Ante la nueva realidad, muchos expertos anticipan una tendencia creciente a pesificar las operaciones de compraventa.
"Por el lado de emprendedores y desarrolladores, muchos están aceptando pesos al tipo de cambio oficial, como forma de poder concretar las ventas", explica Tizado.
Su visión es compartida por Rodrigo Fernandez Prieto, que también espera que "con el correr de los meses, se intensifiquen las transacciones en moneda local". 
Pero este avance encuentra algunas complicaciones. Luis Ramos, presidente de LJ Ramos, señala que algunos emprendimientos se están proyectando con cuotas en pesos, indexados según el índice de la Cámara de la Construcción (CAC).
Sin embargo, advierte que mantener esto en el tiempo será complicado, porque muchos insumos son en dólares y no alcanzarán los presupuestos.
"Es por eso que veo un escenario complicado, que además se enmarcará en un enfriamiento del consumo en general", afirma.


Lo que viene


Además de las características ya señaladas, para 2012 se espera el crecimiento en la demanda de nuevas propuestas tales como:


-Fideicomisos al costo.
-Inversión en tierras.
-Desarrollos con valor agregado.
-Proyectos federales.


"Creo que aparecerá una gran cantidad de fideicomisos al costo en lugares consolidados donde luego pueda haber un buen mercado de potenciales inquilinos o compradores", comenta Tabakman.
Por su parte, Federico Weil, presidente de TGLT, señala que "serán los preferidos aquellos terrenos ubicados en zonas que hagan que estas tierras tengan una baja incidencia en el precio final del metro cuadrado".
"Para desarrollar en estos días, por ejemplo un departamento típico de tres ambientes en Barrio Norte, la incidencia de la tierra llega a ser de hasta el 40%. Los costos de construcción siguen creciendo y los márgenes de ganancia antes de impuestos no superan el 16%, contra el 25% del año anterior," comenta Ortola Martinez.
Otra sorpresa serán los desarrollos en productos diferenciados. Es decir, con valor agregado en cuanto a calidad, algo a lo que volvió a prestársele atención después de dos años en los cuales los nuevos emprendedores que entraron al negocio la descuidaron.
"Ante cada alternativa de inversión, habrá que detenerse a estudiar el mercado, el producto, la localización, la estructuración financiera del proyecto. Las oportunidades existen, pero hay que buscarlas. Hay que encontrar los productos adecuados para cada perfil de riesgo. En esta etapa el foco pasa por la microeconomía del proyecto inmobiliario", explica Mario Gomez, director de Lebleu y directivo de Cucicba.
Por último, las oportunidades también se potenciarán en el interior del país. 
"El Real Estate en la Argentina se ha federalizado como nunca en estos últimos años. Hay nuevos desarrollos en todas las provincias", afirma Raúl Saenz Valiente, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrollares Urbanos.
Llega un 2012 marcado a fuego por un enfriamiento de la economía local y por una aguda crisis en el plano internacional.
Para los argentinos, hablar de refugiar el dinero es pensar en el dólar o en el ladrillo.
Si, cepo mediante, no pueden hacerse de los verdes billetes, entonces todo indica que el "rojo ladrillo" será quien ocupe un lugar más protagónico como destino de los ahorros y de los excedentes de renta que se generan en el país.
Fuente IProfesional

www.am-propiedades.com.ar

25 noviembre, 2011

Por el cerco al dólar, ahora se impone el pago de cuotas en pesos en el mercado inmobiliario

Tras el "cepo cambiario", la compraventa de viviendas evidenció una virtual parálisis, que se extendió durante los primeros días. Luego, ante el convencimiento de que la medida se mantendrá en el tiempo, los desarrolladores tuvieron que adaptar sus modalidades de venta. Nuevo escenario.



Tres semanas después de haberse puesto en vigencia los controles para la compra de dólares, el mercado inmobiliario evidencia una serie de cambios que ratifican que la medida está lejos de haber pasado desapercibida.

El cimbronazo se hizo sentir con fuerza en el sector. En los primeros días se registró un estado de virtual parálisis. Luego, los desarrolladores tuvieron que salir obligadamente a "poner el pecho a las balas" y a implementar cambios en sus estrategias de venta.

Como parte de esto último, el dato más notorio -y al que hacen referencia la mayoría de los actores consultados por iProfesional.com- ha sido el de reposicionar al peso argentino como forma de pago en el mercado inmobiliario.

Para el caso de las obras desde boca de pozo, "varios emprendimientos se están proyectando con cuotas en pesos, indexadas según el índice de la CAC (Costo Argentino de la Construcción)", señala Luis Ramos, presidente de LJ Ramos.

"Lo que se está viendo para los nuevos desarrollos es una especie de migración de los valores fijos en dólares a los fidecomisos al costo en pesos", afirma Maximiliano Bravo, gerente de Tizado Propiedades.

De este modo, lo que se hace, es darles la oportunidad a muchos inversores de sumarse a un proyecto utilizando la misma moneda en la que recibe sus ingresos aunque, por otro lado, se le transfiere la inflación que se acumula mes a mes.

También los actores del sector dan cuenta de otra alternativa combinada.

"Ahora se está optando por la cancelación en dólares del terreno y, para el desarrollo, se aceptan cuotas en pesos, que se van actualizando. Antes de las medidas cambiarias, lo normal era todo en billete verde", apunta a iProfesional.com Jorge González, presidente de la desarrolladora Baresa.

La expansión de esta alternativa, remarca Bravo a a este medio, comenzó a verse a partir de la segunda semana de haberse instalado los controles.

"En los primeros días se dio un freno muy fuerte. El mercado se aquietó mucho, producto de la incertidumbre. Luego comenzamos a pactar acuerdos bajo la forma de fideicomisos al costo ajustables en pesos", afirma el gerente de Tizado.

Un ejemplo concreto de esta tendencia es el caso del Grupo Monarca, una compañía con operaciones en la zona norte del conurbano, y que hace pocos días presentó un nuevo sistema de pago, que incluye la posibilidad de adquirir inmuebles -en etapas de ejecución- en cuotas pagaderas en pesos, según dólar oficial.

"Vimos una oportunidad, ya que el mercado se negaba a vender en moneda local. Y como nosotros no estábamos endeudados pudimos pesificar", explica Mariano Galeazza, CEO de Winterra, una empresa de Monarca.

El empresario agrega que "es una medida que se mantendrá a corto plazo, si bien luego se irá viendo cómo evoluciona el sector".

Al parecer, la iniciativa rindió sus frutos: en los últimos 15 días, la compañía pasó de recibir muy pocas consultas a tener más de 200 llamados por fin de semana.

Sin embargo, en el caso de aquellos que no deseen desembolsar sus dólares -o no los puedan adquirir-, esta "aventura" de comprar propiedades en pesos desde el nacimiento de la obra no es gratuita.

Se debe a que la indexación de las cuotas, según el citado índice sectorial de la CAC implica -de hecho- un aumento de las mismas casi a tono con la inflación.

Por caso, en los últimos 12 meses, dicho índice ha experimentado un incremento del 26% en un año.

A 12 meses vista, en el comparativo entre quien cuenta con dólares versus aquel que dispone de pesos:

Se espera que el índice CAC -utilizado para indexar las cuotas- ronde el 22%.
Por el lado del billete verde, la suba esperada es de un 14% anual.
De modo tal que optar por no pagar en billetes verdes implica un costo adicional cercano al 8% en pesos, a ese horizonte de plazo.

¿Compraventa en pesos?

La segunda consecuencia de las medidas sobre la divisa estadounidense tiene relación con la compraventa de unidades ya construidas.

Para este caso, José Rozados, CEO de Reporte Inmobiliario, expresa a iProfesional.com que "se están registrando operaciones en las que se combinan pagos en pesos y en dólares".

"Si bien es cierto que no es una generalidad, también es verdad que en los últimos días esta modalidad fue cobrando más impulso. El que vende quiere dólares pero, ante las complicaciones, está más predispuesto a negociar una parte en pesos", aseveró.

Diego Migliorisi, socio gerente de Migliorisi Propiedades, destaca que "hay propietarios que empezaron a aceptar pesos, si bien la venta masiva tiene al dólar como protagonista".

"De mantenerse las medidas oficiales, entonces es muy probable que más operaciones se vuelquen a esta modalidad de divisas combinadas o que, directamente, se cierren en pesos en su totalidad", asegura.

Migliorisi añade: "La moneda local hace unos meses prácticamente no era considerada. Ahora, lo reconozcan o no, es menos común que alguien la rechace como forma de pago. Hay que ver qué sucede con el correr de las semanas".

¿Se puede hablar de una tendencia definitiva? Para Fabián Lusarreta, director del emprendimiento "AlRío", emplazado en Vicente López, "aún es prematuro".

"El propietario tiende a vender en dólares. Porque siente que pierde valor al concretar la venta en pesos", argumenta.

Fideicomisos en pesos, el "gran beneficiado"

Las voces consultadas coincidieron en afirmar que los fideicomiso al costo en pesos son los "grandes beneficiados" por el cepo cambiario.

"Los clientes ven que tienen la posibilidad de pagar sólo un 30 o 40% del valor del inmueble en dólares y el resto en pesos y eso los entusiasma a ingresar a un proyecto. También razonan que pueden cancelar parte en moneda local y el día de mañana vender la unidad en divisas estadounidenses", indican desde Tizado.

"La posibilidad de pagar en billetes verdes sólo el proporcional del terreno se ha transformado en un aliciente para invertir", añaden.

González, de Baresa, manifiesta que a través de los fideicomisos en pesos, en cuotas ajustables, "se coloca el impacto de la inflación siempre del lado del que está adquiriendo el inmueble".

¿Qué cambios trae este nuevo escenario a quienes son los encargados de ejecutar las obras?

"El desarrollador necesita pagar en pesos todos los insumos a la empresa constructora. Se está saliendo del precio fijo en dólares. Quien compra paga cuotas en moneda local, por lo general atadas a la variación de algún índice, como el que establece la Cámara de la Construcción", detalla.

Desde AlRío, también Lusarreta reconoce que comenzó a aceptar pesos, ante el temor que le genera que la falta de dólares termine frenando la comercialización de los proyectos en marcha y afectando el financiamiento de quienes pusieron el dinero para el emprendimiento.

"Accedimos a cobrar en pesos porque hacerlo en dólares es muy difícil. Hay muchas operaciones que se firmaron en esa divisa y se terminaron cubriendo en moneda local. Tomamos esa diferencia al valor del dólar oficial", dice.

Desde Reporte Inmobiliario, Rozados señala que los cambios que se están dando en el segmento del desarrollo de inmuebles eran los previsibles debido a las características del control impuesto por el Estado.

"Fideicomisos y emprendimientos al costo, se sabía, terminarían siendo los más beneficiados. ¿Por qué? Porque tienen todos los gastos en pesos y ajustan las cuotas en base a los incrementos de la construcción. Así, pueden funcionar bastante desligados del movimiento del dólar", asegura.

"El cambio se hace palpable, precisamente, en esta decisión de hacer ver fuerte al peso. El que está construyendo se beneficia. El problema, en todo caso, lo tiene quien vende en dólares, porque la divisa escasea. Igualmente, es un momento de transición. Los verdaderos efectos de la medida recién los conoceremos en los primeros meses del año próximo", sostiene Rozados.

Cuotas que se adelantan

Por fuera de la leve supremacía que parece ostentar el fideicomiso al costo respecto de su alternativa a precio fijo, otra tendencia que observan los expertos es el apuro que muestran los clientes para adelantar cuotas de los emprendimientos en desarrollo.

Para muchos, este movimiento no hace más que explicitar la incertidumbre que rodea a los inversores, quienes temen que la inflación pemanezca en altos niveles.

"Son muchos los que adelantaron cuotas, es cierto. Los clientes lo hacen en tanto desconocen cómo seguirá esta historia más allá de la decisión de la AFIP. No saben qué sucederá con la inflación o el precio del dólar. Entonces, prefieren anticiparse para sacar una leve ventaja", comenta González, de Baresa.

Para Rozados, de Reporte Inmobiliario, la decisión de los compradores "tiene un marcado rasgo de anticipación a la suba de precios".

"Es evitar la actualización de las cuotas de los inmuebles, así de simple. Quien tiene dinero ahorrado no lo duda porque sabe que cancelar anticipadamente es la única manera de escaparle a un incremento de costos que será también fuerte en 2012", puntualiza.

¿Y los departamentos ya terminados?

"El constructor puede pesificar sus costos porque los salarios e insumos los paga en pesos. Por ende, para no demorar la venta de las unidades, puede optar por recibir moneda nacional. Eso se fue expandiendo en el último tiempo. Incluso se ve en varios avisos clasificados publicados para propiedades en boca de pozo", comenta Néstor Walenten, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).

Para Danilo Antoniazzi, gerente institucional de la Cámara Empresarial de Desarrolladores Urbanos (CEDU), algunos aceptan pesos en las propiedades terminadas, pero bajo dos modalidades posibles:

1. Que quienes vendan suban los precios fijados en dólares para compensar el pasaje cambiario.

2. Que acepten tomarle al comprador una parte en pesos, pero sin aplicar un descuento al precio de venta fijado inicialmente, como se estila hoy en el mercado.

Golpeando las puertas de la AFIP

Para buena parte del mercado inmobiliario sigue vigente una cuestión fundamental.

Y es si el vendedor, en caso de haber accedido a recibir pesos, podrá luego reconvertirlos a divisa estadounidense.

Lo cierto es que la AFIP, si bien cuenta con una infinidad de datos de cada contribuyente para determinar la capacidad de compra de divisas, a veces recibe la información con un pequeño "delay".

La compraventa de propiedades es, justamente, una de las operaciones que más se vieron afectadas en sus tiempos para la adquisición del billete verde, debido a que el comunicado de la transacción no llega de inmediato al fisco.

No obstante, ante esta situación, los especialistas recomiendan acudir a las delegaciones de la AFIP con la escritura de la propiedad para acreditar el traspaso.

De esta manera, quienes vendieron una vivienda y desean comprar dólares, ampliarán su capacidad de adquisición y recibirán el tan deseado "validado".

Pero con una salvedad. Sólo por la cifra que dejaron plasmada en la transacción, que muchas veces suele ubicarse muy por debajo del acuerdo real.

Así las cosas, quien vende posiblemente quiera que esa brecha sea la menor posible, para ampliar su posibilidad de hacerse de más billetes verdes validados por el fisco, posición que puede no coincidir con la de la otra parte.

Y este último tema no sólo que no es menor sino que ya se perfila para ser objeto de fuertes controversias entre las puntas compradoras y vendedoras.

Fuente IProfesional



06 septiembre, 2011

Mercado inmobiliario: se reduce la oferta de viviendas y suben los precios

Un informe de la UADE mostró una caída de 20% en la disponibilidad unidades en venta y un aumento de 14% en los valores, durante el primer semestre del año

El índice de oferta de viviendas en venta -en Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires- experimentó una reducción del 21% durante los primeros seis meses del año, respecto del mismo período del año pasado.

Según un informe de la Universidad Argentina De la Empresa (UADE), el mercado inmobliario siguió una trayectoria creciente a lo largo de los primeros meses de 2011, pero sin recuperar los niveles previos a la contracción observada en la segunda parte del año pasado.

En tanto, el comportamiento de la oferta de viviendas en alquiler durante 2011 también acentuó su tendencia decreciente respecto del desempeño observado en 2010. El nivel promedio del índice de disponibilidad de unidades en alquiler en 2011 fue 28,9% menor al del primer semestre de 2010.

"El signo negativo de la tendencia puede deberse a más de un factor explicativo: aspectos de fondo como la escasez de nuevos terrenos para construir y expectativas de precios en alza", indicó el estudio.

En lo que respecta a precios de departamentos -medidos en dólares- ubicados en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires, por la reticencia de la oferta y el dinamismo de la demanda, se observó un incremento anual promedio para la compra de departamentos nuevos de 14,3% al comparar el primer semestre de 2011 con el del año anterior, mientras que para los usados fue de 11,4% en igual comparación de períodos (Gráfico 2).

Dentro de la respectiva muestra, los departamentos ubicados en Recoleta, Palermo, Núñez y Belgrano presentaron, tanto en el segmento de nuevos como usados fueron, los valores más elevados.

En el caso de las unidades a estrenar, los valores rondaron entre los u$s2973 (Recoleta) y los u$s2480 (Belgrano) el M2. Según las estimaciones del Instituto, el valor promedio simple de oferta del M2 para el conjunto de barrios relevados es de u$s2206 para los departamentos nuevos y de u$s2101 para los usados.

En líneas generales, se observó que, en Recoleta, el valor promedio del M2 a estrenar aumentó un 9% comparado con los niveles relevados en enero último, mientras que en Palermo, Belgrano y Núñez los valores promedios se incrementaron en 6,3%, 2,9% y 1,5%, respectivamente.

En materia de departamentos usados y para una medición similar, la mayoría de los barrios observados experimentaron aumentos en sus precios. Por ejemplo, en Recoleta los precios crecieron un 10,0% promedio y en Palermo un 7,3%.

En cuanto al mercado de la construcción, la UADE observó que a lo largo del primer trimestre de 2011 el crecimiento del PBI se desaceleró levemente respecto de igual período de 2010, cuando comenzaba a revertirse la caída de 2009.

Sin embargo, el gasto de Inversión Bruta Fija en Construcción del primer trimestre de 2011 ($ 47.448 millones en pesos de 1993) fue un 8,8% mayor al registrado en igual período de 2010

Perspectivas

El informe de la UADE advirtió sobre los efectos que podría tener la crisis económica que atraviesan las economías centrales en el mercado inmobiliario local.

"Si bien cabría esperar que en lo que resta del año el nivel de actividad en los sectores inmobiliario y de la construcción continúe en ascenso, el mismo podría verse condicionado por la inestabilidad que afecta a las principales economías del mundo", sostuvo el trabajo.

En este escenario, la UADE espera un "efecto riqueza negativo y una menor liquidez, derivada de las pérdidas bursátiles, en particular de aquellas relacionadas con inversiones apalancadas y mercados de futuros".

"Como consecuencia, caerían los precios de las principales commodities que exporta el país y, dependiendo de la duración de la crisis, ello podría recortar la elevada liquidez que muestra actualmente el mercado financiero argentino, la cual nutre al consumo doméstico y a la inversión inmobiliaria local", precisó el estudio.

Sin embargo, frente a la incertidumbre que presentan los mercados financieros, los bienes inmobiliarios continuarían significando un activo de reserva de valor para los inversores, concluyó la universidad.

Fuente IProfesional



23 agosto, 2011

Nueva crisis mundial: su impacto en el precio local de las propiedades y la búsqueda del "bono ladrillo" libre de riesgo

Cuando una recesión amenaza al mundo los inversores se deshacen de activos riesgosos e invierten en bonos del tesoro norteamericano. Contrariamente, aquí se sale de aquello que tenga "olor" a riesgo soberano y se va en busca del "verdadero Treasury bond argentino" ¿Cómo impacta en precios del m2?






Seguramente, muchos argentinos que están en busca de una nueva vivienda no encuentren una relación directa entre esta nueva crisis de la economía mundial y su impacto en el valor de las propiedades.

Sin embargo, la situación financiera global tiene marcada incidencia sobre los precios tanto de los inmuebles como de los terrenos.
Sucede que estos fuertes cimbronazos impactan de lleno en la evolución de algunas variables clave, como son la relación del billete verde frente a otras monedas, la cotización de las materias primas (como la soja) y, fundamentalmente, la mayor demanda de activos de resguardo.
Es sabido que cuando los inversores "olfatean" que las cosas no marchan bien en el mundo buscan refugio en la divisa estadounidense, en los bonos del tesoro norteamericano, en el oro y en el franco suizo. También en el ladrillo.
Semanas atrás, ante el peligro de un nuevo escenario recesivo, Estados Unidos anunció que su política de "dólar barato" se iba a mantener por los próximos dos años. Y que dejará los tipos de interés en cero.
Esta decisión tiene influencia en el mercado inmobiliario. Particularmente, en un contexto turbulento como el actual.
Es que el hecho de saber que se mantendrá esa política por un largo tiempo imprime una presión adicional alcista al mercado de viviendas.
Claro está, no en los Estados Unidos, ya que allí todavía se viven los coletazos del colapso de hipotecas que se diera en 2008.
Pero sí en la Argentina, donde la compra de inmuebles se acrecienta, cuando aumenta la incertidumbre.


Nueva crisis, nuevo refugio


En el mercado local los inmuebles se pagan al contado. Apenas el 6% de las operaciones se apalancan con un préstamo.
Además, buena parte de los inversores que los adquieren no los habitan, sino que los vuelcan al mercado de alquiler, para así ganar por el doble efecto de la renta y el aumento natural de la unidad.
En este contexto, al no tenerlos atados a un préstamo bancario no tienen la presión de tener que vender, tal como sucede en otros países.
Más aún, cada "cimbronazo financiero" les refuerza la idea de que tienen su dinero a resguardo y, encima, en un activo que se muestra inflexible a la baja, como sucede en el mercado argentino.
Prueba de ello lo da la crisis global de 2008 que, a pesar del gran pánico generado, mostró que las cotizaciones se mantuvieron firmes.
Pasaron tres años. Y el país vuelve toparse con una nueva turbulencia global. Y la pregunta sobre cómo ésta afectará al ladrillo en Argentina vuelve a cobrar protagonismo.
Los operadores inmobiliarios no tienen dudas a la hora de responder este interrogante.
Para ellos, este nuevo cimbronazo sólo puede significar una cosa: más presión para la suba en las cotizaciones, en un mercado que viene registrando aumentos del 10% anual en dólares.
En este sentido, un sondeo realizado por la consultora Reporte Inmobiliario arroja como resultado que la gran mayoría de los expertos ven en el horizonte una agudización del "flight to quality" (vuelo a la calidad).
En otros mercados, esto significa la salida de activos riesgosos y el refugio en bonos soberanos.
En Argentina, esa seguridad la ofrece el ladrillo.
Así, por ejemplo, Ariel Acosta, gerente de negocios de la constructora Stieglitz, afirma que "la crisis global hace que los inversores busquen resguardo en productos que mantengan mínimamente su valor".
En su visión, el menú de opciones no incluye hoy al oro, porque ya subió demasiado; ni al petróleo, que puede caer por un escenario recesivo; ni en acciones, porque son muy volátiles.
"Con todo este panorama, si el inversor busca un refugio va a invertir en propiedades", afirma.
También el empresario inmobiliario Iuri Izrastzoff señala que "si hubiera corridas financieras, es probable que los inversores apunten con mayor énfasis al ladrillo".
Y más gráfico aun, el director del Instituto Desarrollo Inmobiliario, Mario Goldman, expresa: "El motor del mercado inmobiliario hoy es el miedo, no la demanda".


El "bono ladrillo" argentino libre de riesgo


La polémica, siempre caliente, sobre si existe o no una burbuja en el mercado inmobiliario, viene dándole la razón a quienes afirmaban que los precios no iban a caer, por más que resulten insólitamente altos para la gran mayoría de los argentinos.
Aquellos convencidos de que los valores son rígidos a la baja basan sus dichos en:


• Que todo se compra en cash y sin apalancarse en créditos hipotecarios, a tasas variables que puedan tornarse impagables.


• Que en un mundo en donde el dólar se debilita, todos los activos cuyos precios se miden en esa divisa tienden a encarecerse.


• Qué, tal como diera cuenta iProfesional.com, para muchos argentinos el mercado inmobiliario sustituyó al sistema bancario como refugio del dinero.


• Que la renta de un alquiler brinda la seguridad de contar con una "jubilación futura", ante el temor que a muchos les genera la desaparición de las AFJP.


Es decir, el ladrillo se convirtió en el destino "natural" del ahorro en el país.
Para Salvador Di Stefano, analista inmobiliario, esta situación no tiene perspectivas de revertirse, hasta que no haya un cambio cultural que devuelva la confianza.
"Los bonos argentinos o las acciones pueden ser mejores inversiones que los inmuebles", grafica Di Stefano.
Y, más lejos todavía, hay quienes creen que el ladrillo es el "bono libre de riesgo" argentino.
En otras palabras, así como el estadounidense cuando se asusta compra bonos del tesoro norteamericano (Treasury Bond) el argentino hace lo opuesto: se desprende de cualquier cosa que tenga "olor" a riesgo soberano y pone sus ahorros en la propiedad de un inmueble.
Para Juan José Cruces, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Di Tella, la medida del miedo se refleja en el hecho de que, al comprar un departamento y alquilarlo, están aceptando un muy bajo nivel de retorno, con tal de sentir cierta seguridad.
"La rentabilidad neta de una propiedad, que ha bajado hasta ubicarse en un 3% anual, es muy similar a lo que paga un bono del Tesoro estadounidense a 10 años, considerado libre de riesgo. Es muy sugerente que aquí la gente espere la misma tasa que paga el mejor deudor del planeta, cuando podría comprar otros activos que le dan mucho más", afirma Cruces.
Ahora, tras la decisión de Estados Unidos de mantener su política de "dólar barato" por los próximos dos años y dejar la tasa de interés de referencia en cero, la expectativa del mercado argentino es que la búsqueda de inmuebles como "activo libre de riesgo" se agudice.


¿Cómo le fue al ladrillo argentino en la crisis previa?


La actual crisis financiera muestra ciertas diferencias respecto a la ocurrida en 2008-2009.
"En aquel momento hubo una caída muy fuerte de la soja, que se desplomó de u$s600 a menos de u$s300. Pero había dos grandes diferencias. Una es que se temía una recesión en Asia, cosa que hoy no ocurre. Y segundo, que hoy no existen grandes reservas de alimentos, con lo cual no se puede posponer compras para forzar una caída de precios", analiza el economista Pablo Rojo.
Pero, aun bajo la hipótesis de si los precios cayeran (o no fueran tan buenos como los actuales) y la soja dejara de funcionar como "locomotora" de la construcción, tampoco hay motivos para pensar en una desvalorización del metro cuadrado.
Como antecedente está la crisis previa, en la que se registró un enfriamiento de las ventas, pero no se dio una caída en los valores.
Este fenómeno es una de las características más típicas del mercado inmobiliario argentino, donde los dueños se niegan a convalidar precios bajos y prefieren alquilar antes que "malvender".


Las estadísticas son elocuentes:


• En 2008 hubo una retracción de 6% en la actividad inmobiliaria de Capital, mientras que las cotizaciones subieron un 7% en dólares.


• En 2009 el mercado se desplomó un 25% en cuanto a cantidad de operaciones, pero los precios subieron hasta un 14%.






El motor de la soja


En este contexto, las miradas naturalmente están puestas en los productores agropecuarios, que son quienes con más intensidad vuelcan su "excedente" de rentabilidad hacia el mercado inmobiliario.
Y la combinación de un precio de la soja que no muestra señales de una fuerte baja -lo que les garantiza una buena rentabilidad- sumado a la búsqueda del "bono ladrillo argentino libre de riesgo", hace pensar que la demanda de unidades seguirá firme. Y esto, para muchos expertos, es lo que apuntalará los precios.
Y no sólo en el interior. También la Ciudad de Buenos Aires, habida cuenta de que el sector rural compra departamentos en Capital para volcarlos al mercado de alquiler o bien, eventualmente, para que los utilicen sus hijos si deciden cursar sus estudios en universidades porteñas.
Y la vinculación entre el sector rural y el mercado del ladrillo es tal que, como señala a iProfesional.com el asesor financiero Sebastián Estévez "lo que ocurra con el precio del metro cuadrado en la Argentina va a depender en buena medida de lo que pase con la cotización de la soja".


¿Hay que festejar?


Finalmente, queda la gran pregunta.
El hecho de que el mercado inmobiliario sirva de resguardo ante crisis globales ¿es un motivo de festejo o de preocupación?
Para los propietarios, naturalmente es una tranquilidad.
Pero no son pocos los analistas que ven en esta situación un síntoma de problemas sociales no resueltos.
Cruces, de la Di Tella, afirma que cuando el ahorro se vuelca a departamentos, en vez de ir al sistema financiero, el país sufre una asignación ineficiente de sus recursos.
Y Marcelo Satulovsky, consultor y docente de la Universidad Tecnológica Nacional, advierte sobre el riesgo de un "modelo" de industria de la construcción donde quienes compran sólo son atraídos por la lógica inversora.
"Un 80% de la población sigue buscando comprar la compra de una casa. Pero, mientras tanto, el mercado hace productos de inversión, de resguardo de valor, bonos de ladrillo", indica Satulovsky.
Y para sostener su argumento, ejemplifica con el tipo de construcción que domina el mercado argentino.
"Un 80% de las viviendas construidas el año pasado fue de uno y dos ambientes. Una familia para vivir necesita más espacio. ¿Dónde está contemplada la familia en esas construcciones pequeñas? La respuesta es simple: son viviendas estipuladas para la capacidad de pago de un ahorrista medio".
Para este experto sólo puede haber una conclusión: "Evidentemente, algo está desfasado".
Fuente IProfesional


www.am-propiedades.com.ar


10 agosto, 2011

Valor de la Hectárea en Argentina

Recientes relevamientos revelan que el valor que alcanza, en áreas clave de la Argentina, es de hasta u$s30.000. Analistas consultados por iProfesional.com así lo confirman.

A contramano de lo que viene sucediendo en los últimos años, el precio de los campos por fin parece comenzar a levantar vuelo en la Argentina.
Según revelan recientes monitoreos, y confirman los especialistas consultados por iProfesional.com, el valor por hectárea viene mostrando aumentos en las principales áreas agrarias del país.
Esto es así, al punto que ya se registran cotizaciones que igualan el precio de un auto importado de alta gama.
Una muestra de ello se observa en el relevamiento que realizó LJ Ramos sobre campos cercanos a la Ciudad de Buenos Aires. El estudio destacó que el valor de la hectárea ya ronda los 30.000 dólares.
Las conclusiones del informe de la inmobiliaria, incluso, van más allá y hasta indican que, en ciertas zonas de la provincia de Mendoza, destinadas a la producción vitivinícola, la cotización puede llegar a 40.000 dólares.
Según la medición de LJ Ramos, los precios en la denominada zona núcleo -la franja más fértil del país, emplazada en el sur de la provincia Santa Fe y el norte del territorio bonaerense- "llegan a estar un 20% por encima" de los registrados un año atrás.
En este escenario, el sondeo advierte que "los propietarios tienen buenas razones para no desprenderse de tierras que son, al mismo tiempo, un buen negocio inmobiliario y un soporte para una producción que encuentra precios firmes que la hacen rentable".
Pedro Nordheimer, director de la comercializadora del mismo nombre, indicó a iProfesional.com que los aumentos en los valores responden, en buena medida, al creciente interés que comenzaron a mostrar los inversores desde fines de 2010 a esta parte.
"A nivel ventas, podríamos decir que es un año excelente. Hay movimientos, consultas, se compran tierras. Tampoco es para decir que hay una fiebre por adquirir campos, pero sí es cierto que tenemos el movimiento que no se notó el año pasado", aseguró.
Además, reconoció "la existencia de valores que se acercan a los u$s30.000 en cercanías de Marcos Juárez, en el límite de Córdoba con Santa Fe".
"Es cierto que hubo un aumento en los precios en los últimos seis meses. Los más caros, en nuestro caso y por los campos que tenemos para comercializar, se siguen ubicando en la zona núcleo y en algunos tramos de la provincia de Buenos Aires", precisó.
Desde Reporte Inmobiliario su CEO, José Rozados, sostuvo que las hectáreas que hoy se ofertan a 30.000 dólares, aunque son casos específicos, hablan de la permanente apreciación que exhiben los lotes.
"Superficies a esos valores pueden ubicarse en lugares como San Pedro, Rojas, o Pergamino. Por supuesto que en las zonas de viñedos son precios comunes, pero esto es algo más difícil de ubicar en, por ejemplo, campos sojeros. Igual, los precios suben por la alta rentabilidad que siguen asegurando los cultivos", aseveró a iProfesional.com.
Consultado por este medio, Juan José Madero, gerente de la División Campos de LJ Ramos, destacó al campo como oportunidad de inversión. 
"Las posibilidades de la tierra están tanto en su venta como en el arrendamiento. En este último caso, se puede hablar de rentabilidades de hasta un 2% anual sin inconvenientes. Siempre hablando en dólares, claro", afirmó.
De acuerdo con el mencionado relevamiento, los valores de los campos de la Argentina varían según la zona y van desde los u$s350 hasta u$s30.000 aproximadamente.
Al momento de detallar las zonas que registran las cotizaciones más elevadas, Madero aseguró que la tendencia está focalizada "en áreas que son auténticos oasis porque concentran desde la riqueza de la tierra hasta la abundancia de agua, energía, y condiciones microclimáticas únicas".
"Hoy, todo eso se combina en muy pocos espacios de provincias como Mendoza o San Juan. Son valles que aparecen como auténticos lunares al volcarlos en un mapa. Precisamente, esto sucede en fincas aptas para la producción, donde hallamos hectáreas a 40.000 dólares", sostuvo.
Y agregó: "Son cotizaciones que toman a esas hectáreas como auténticas unidades de producción, casi en funcionamiento. En esas áreas, y en la zona núcleo, es donde notamos esta variación relevante de valores que se viene dando este año".
Con respecto al alto valor que, en la actualidad, muestran diversas provincias, Oscar Larracoechea, titular de la Sociedad Rural de Victoria, Entre Ríos, afirmó que, en ese contexto, la posibilidad de adquisición para un productor está muy alejada de la realidad. 
"Es que, con esas cotizaciones, el plazo de recuperación de la inversión, con amortización e intereses, puede demandar unos 40 o 50 años", destacó.
"Anteriormente, el plazo se extendía por unos 10 o 12 años", remarcó. 
Esa dificultad para que los productores puedan crecer hace que los mejores campos "sean adquiridos por empresarios de otros rubros, jugadores de fútbol, políticos, con dinero que no proviene de ingresos del sector".
"Para quien no trabaja la tierra, los valores de arrendamiento son muy buenos, porque reciben renta y mantienen o, incluso, crece el capital (campo) en moneda dura. No hay muchas opciones de inversión que ostenten tal nivel", precisó el empresario.

Fuente IProfesional

www.am-propiedades.com.ar